Mi Experiencia en Okinawa por Nestor Uriel Ponce
Mis experiencias en Okinawa, Japón Recuerdo hace más de 3 años que tuvimos una plática con Sensei Dr. Juan Antonio Balderas acerca de su experiencia a Okinawa, realmente escuchaba el relato y sentía una gran emoción y a la vez una motivación interna que me decía “tienes que vivir esa experiencia”. Y bien, se acerca la oportunidad de realizar el viaje en Octubre 2015, la planeación con más de 8 meses de antelación, antes del viaje sentía la emoción sin embargo hasta una semana antes del viaje surgió una sensación en mi indescriptible, de querer estar allá en Okinawa.
Mi Experiencia en Okinawa por Juan Manuel López Mi Experiencia en Okinawa por Alfonso Gloria Loza
Llega el día de cumplir el sueño de toda una vida, “Conocer el lugar donde nació el Karate”, siendo 1 de Octubre de 2015 nuestro viaje de SLP a Cd. de México, de México a Monterrey y finalmente Monterrey a Tokio (aeropuerto de Narita) empezando el despegue a las 2:00 am del viernes 2 de Octubre, 14 largas horas de vuelo, que realmente no sentí pesado el viaje de ida, saben cuál es la razón, la emoción del inicio del sueño convertido en realidad.
Llegamos finalmente a Tokio siendo 7:00am del sábado 3 de Octubre, una ansiedad por bajar del avión y ver las primeras imágenes del llamado lejano oriente, recuerdo que parecíamos niños, mis compañeros Néstor y Manuel y un servidor, con todo lo que veíamos queríamos una foto, para tener ese recuerdo siempre presente, el Dr. Balderas, creo que entendía y compartía nuestra inmensa alegría, recuerdo que siempre nos decía: póngase ahí yo les tomo la foto.
Finalmente ese mismo día por la noche, arribamos al tan esperado lugar: “Okinawa”, lugar de nacimiento del Karate. Es indescriptible, me faltan palabras, no hay forma tan fácil de describir un lugar tan hermoso, fantástico, lleno de magia, y la buena vibra de su gente, el ver el aeropuerto adornado flores y muchas orquídeas en todos los pasillos, cuadros de flores donde irradia buena vibra, buen ambiente, esto se repetía incluso en las calles de Okinawa.
Después de recoger maletas y dirigirnos a la salida, la sorpresa para todos, un Comité de bienvenida de algunos de los grandes maestros de Okinawa y representantes de CFA esperándonos, ese recibimiento fue tan emotivo porque te hacen sentir que eres parte de su familia, entre la emoción de tener contacto de los que ahora son leyendas en el Karate tradicional, se generaba energía de atracción.
Con estas grandes celebridades, maestros casi todos ellos 10° DAN, realmente es un ejemplo de tanta sencillez y humildad, el aprendizaje que me deja es que el Karate realmente es un estilo de vida para ellos, y eso los hace ser mejores personas.
Siempre me preguntaba cómo será le gente en Okinawa, y creo que lo que el Dr. Balderas nos contaba rebasó totalmente mis expectativas, personas tan respetuosas, tan disciplinadas que me contagiaban con esa buena vibra de humildad.
Lo que pude observar en las calles no veía policías, y me preguntaba por qué?, finalmente creo que encontré una respuesta y ésta es: es qué no existe delincuencia como tal, por ello no es necesario. Las calles extremadamente limpias, pensaba es que estamos en una calle principal y por ello se mantiene así, pero la sorpresa es que mientras recorríamos la ciudad, calles e incluso vecindarios la limpieza era común denominador. Tuvimos una anécdota, en una mañana la cual caminábamos apresurados para llegar a la tienda de Shureido y comprar la cinta de Néstor (que había olvidado en casa), al cruzar una calle no nos percatamos que estaba un semáforo peatonal, nos cruzamos en rojo y a mitad de camino una señora de avanzada edad nos para y nos hace el comentario que tenemos que esperar a que el semáforo esté en verde, realmente no había tráfico que pudiéramos ver un riesgo, sin embargo, el respetar es por nuestra propia seguridad, agradezco la intervención de la señora que nos permitió ser más cuidadosos en lo futuro.
Las personas en las tiendas de lo más honesto que he visto, tienen una forma tan especial de saludar y dar la bienvenida, tan solo dar los buenos días en japonés parecía que cantaban, y ese tono tan especial y agradable me recordaba que siempre para ellos el mostrar amabilidad es una costumbre de sus vidas. Tuvimos otras anécdotas donde se muestra una gran cultura de los Okinawenses, en un día de práctica olvidamos en el Budokan un cargador y batería de la cámara fotográfica, la sorpresa es que 2 días después pedimos a Sensei Kunio Uehara si era posible recuperarlo, y con solo una llamada en ese momento nos confirmó que él ya lo había recuperado, realmente un ejemplo de honestidad para nosotros los occidentales, lo que sucede es que si alguien pierde u olvida una pertenencia material, es costumbre que esta se mantenga en el mismo lugar “nadie las toma o las roba”, porque saben que la persona que olvidó eso, va a regresar al mismo lugar para buscar lo perdido, si no regresa en un corto tiempo, esas pertenencias se llevan a un centro de recolección donde se puede recuperar cosas perdidas. Y viene el corazón de este viaje, los entrenamientos con los grandes maestros, al menos 13, todos ellos 10° DAN (Por mencionar algunos sin orden de importancia, Senseis:, Morio Higaonna, Zempo Shimabukuro, Minoru Higa, Tsutomu Nakahodo, Yoshio Kuba, Tsuyoshi Uechi, Zensho Toyama y Naka Tatsuya por mencionar algunos) esta experiencia que para contarla, solo hay que vivirla, pareciera egoísta de mi parte el no contar sobre ello, y es que la entrega en los entrenamientos era potencialmente a otro nivel, a pocos minutos de iniciar entrenamiento el karategui estaba empapado de sudor, si había cansancio no podía demostrarlo y cada mensaje o palabra que mencionaban los Sensei, era motivación para seguir adelante. Recordé un precepto japonés que SOKE Shogo Kuniba usaba: “Siete veces abajo, ocho veces arriba” y eso me ayudaba a seguir de pie.
El recibir conocimiento de maestros que estuvieron compartiendo con los creadores y fundadores del Karate, tal vez van 2 o 3 generaciones entre ellos, gran aprendizaje de recibir información de estilos como Shorin Ryu, Uechi Ryu, Kobayashi Ryu, Goju Ryu, Isshin Ryu me deja más dudas y trabajo, donde me di cuenta que mi Karate tiene que ser mejorado y esto me da como compromiso tener que regresar a Okinawa y seguir aprendiendo el verdadero Karate tradicional, en Okinawa se estudia Karate en su forma original y tradicional, como fue concebido por los creadores, como un Arte Marcial, este es el gran diferenciador. Lo que si estoy seguro es que este viaje ha cambiado parte de mi vida y mi forma de entender el Karate como Arte Marcial.
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